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Ansiedad y/o Depresión, analiza tu Intestino.
Si perteneces al 20% de los adultos que sufren ansiedad y depresión, ahora vas a descubrir como nutrir tu microbiota intestinal para que puedas ser más feliz y estés más relajado.
Si, has leído bien, la clave para tener un cerebro sano, está en el intestino. En él se forma el:
50% de la Dopamina
95% de la Serotonina
30 Neurotrasmisores
Como puedes ver, si el intestino no está en condiciones, la probabilidad de tener problemas de ansiedad y depresión (dos de los problemas de salud mental más comunes en nuestra sociedad) es muy elevada.
Tanto la ansiedad como la depresión, junto con otros trastornos del estado de ánimo y neuropsiquiátricos, como trastornos alimentarios, trastorno bipolar o trastornos del sueño, generalmente resultan de una compleja interacción de factores que pueden incluir factores nutricionales, físicos, ambientales, sociales y emocionales.
Si únicamente tratamos el síntoma con medicamentos para la ansiedad y la depresión, no terminamos con el problema.
Es verdad que los antidepresivos pueden ser esenciales para algunas personas, sobre todo para aquellas con depresiones más graves y no podemos tomar la decisión de finalizar la toma de antidepresivos a la ligera. Siempre lo tendrá que hacer el médico que se los recetó e ir dejándolos paulatinamente, sin ser de un día para otro.
No obstante, pacientes con problemas de salud mental, lo primero que hay que hacer es mirar la salud del intestino ya que es fundamental tener una microbiota intestinal saludable para tener una buena salud general.
Hay mucha literatura escrita sobre el eje microbiota-intestino-cerebro. Seguramente habrás escuchado que el intestino es el segundo cerebro y es por eso que es el punto de partida para resolver muchos de los problemas de salud en general, incluida la salud mental.
La curación de tu intestino puede ser la clave para tus problemas de ansiedad, estrés o depresión.
La clave para la salud de nuestro intestino está en el equilibrio de la microbiota, cuanta mayor biodiversidad de bacterias mucho mejor será nuestra salud.
El 85% de las bacterias son buenas y el 15% son malas, cuando el equilibrio de bacterias buenas se interrumpe, es cuando aparece la enfermedad.
Cada vez es más evidente que nuestras bacterias intestinales beneficiosas apoyan el estado de ánimo positivo y el bienestar emocional, entre otros muchos factores.
Vivimos en simbiosis con ellas , nosotros actuamos de huésped y les aportamos un nicho ecológico donde vivir y ellas realizan más de 20000 funciones en nuestro organismo.
-Son capaces de extraer la energía de los alimentos
-Estimulan nuestro sistema inmunitario
-Metabolizan los alimentos que no podemos digerir dando lugar a metabolitos que contribuyen a nuestra salud
-Producen vitaminas y nutrientes esenciales
-Descomponen fármacos y toxinas
-Protegen al huésped de infecciones, produciendo sustancias de efecto antimicrobiano por un lado y por competitividad con otras bacterias por otro.
-Modulan el eje entre el intestino y el cerebro influyendo en el desarrollo neuronal y en el comportamiento e incluso en la elección de alimentos.
Y mucho más …
Cada uno de nosotros tiene una microbiota diferente y se ha comprobado que la microbiota de las personas con ansiedad y depresión es diferente a las que no la tienen.
Numerosos estudios en modelos animales muestran evidencia convincente de una fuerte relación entre el microbiota intestinal y el estado de ánimo.
Además, la gravedad de los síntomas depresivos se relacionó con la cantidad de una bacteria específica. Una menor cantidad relativa de Faecalibacterium se asoció con una depresión más grave.
Alterar el microbioma intestinal con suministro de probióticos puede disminuir los sentimientos de ansiedad y afectar positivamente el procesamiento emocional.
Nutrir tus bacterias intestinales beneficiosas también reducirá la ansiedad y disminuirá el estrés. (prebióticos)
Es muy importante la toma de prebióticos que los podemos encontrar en la alimentación, con el fin de dar de comer a nuestras bacterias y éstas se encuentren en las mejores condiciones.
Los probióticos son bacterias que introducimos desde el exterior y los prebióticos son el alimento para las bacterias que forman la microbiota.
Hay una falsa creencia, con respecto a los probióticos y es pensar que si se suministran desde el exterior , el organismo pierde la capacidad de producirlos.
Es totalmente falso, cuando nosotros ingerimos probióticos éstos se comportan como si fueran turistas que llegan compran y benefician a los que están.
Un estudio reciente que evaluó los efectos de los prebióticos sobre el bienestar proporcionó evidencia adicional de que las bacterias intestinales afectaban positivamente la salud mental.
En este estudio, se pidió a 45 individuos sanos que tomaran un prebiótico o un placebo cada dos días durante tres semanas. Las mediciones de cortisol se tomaron de muestras de saliva al comienzo y al final del estudio para evaluar la actividad del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HPA) (un factor importante que contribuye a la ansiedad y la depresión).
Después de tres semanas, los participantes completaron una serie de pruebas diseñadas para evaluar cómo procesaban la información emocional, como procesar las expresiones faciales de las seis emociones básicas y responder a las palabras positivas y negativamente cargadas.
Los resultados mostraron que las personas que habían tomado el prebiótico tenían significativamente menor cortisol después de tres semanas, lo que significa que mostraron pruebas fisiológicas de una disminución de la respuesta al estrés.
Y el mismo grupo con toma de prebiótico prestó más atención a la información positiva y menos atención a la información negativa en comparación con los que recibieron placebo.
Esto sugiere que enfrentándose a estímulos negativos, el grupo prebiótico tendría menos ansiedad, similar a la que se ha observado en algunas personas que toman medicamentos antidepresivos o anti-ansiedad.
En definitiva,
Los medicamentos antidepresivos o anti-ansiedad pueden ser importantes piezas de tratamiento.
Pero si los culpables son los desequilibrios en la microbiota del intestino (lo cual ocurre muy a menudo), la curación no llegará hasta que se aborde el problema intestinal.
Si sufres de depresión o ansiedad, piensa y analiza como está tu microbiota. Las preguntas que debes hacerte son:
- ¿Cómo son mis digestiones?
- ¿Con qué frecuencia voy al baño?
- ¿Cómo son las heces? Las heces nos pueden decir mucho sobre nuestra salud. Más información
Si consideras que es muy probable que la salud de tu microbiota no sea buena, comienza un cambio de hábitos de comida,
- Elimina toda comida procesada y azúcares.
- Come mucha verdura de hoja verde , la familia de las coles (berza, lombarda, coliflor, brocoli…).
- Realiza una limpieza de órganos.
- Comienza una toma de probióticos y prebióticos
- Los prebioticos puedes incluirlos con la alimentación: compota de manzana natural, zanahorias cocidas, plátano macho cocido (verde) alimentos con almidón como patata y arroz pero cocinados de una forma concreta para que se conviertan en almidón resistente (alimento para las bacterias en el intestino). Cocer las patatas, dejarlas enfriar y comerlas al día siguiente calentando a muy baja temperatura, el arroz de la misma manera.
- Si tienes dolor de estómago y malestares intestinales producidos por el estrés puedes tomar un prebiótico natural ERGYPROTECT CONF y conseguirás mejorar la situación al tiempo que te relajas.
- Come fibra, es fundamental para el intestino.
Si sigues éstos consejos poco a poco irás mejorando tu microbiota y automáticamente tu estado de ánimo mejorará.