zumo de naranja

El zumo de Naranja y la Inflamación, van de la mano.

Al hilo de un artículo que subí hace poco al blog , en concreto,

Inflamación, la invitada no deseada y cómo deshacerte de ella

He decidido escribir esta entrada sobre el zumo de naranja, por varios motivos.

Uno de ellos, porque puede producir y produce inflamación y otro muy importante porque a pesar de los problemas que conlleva su toma, existe una creencia generalizada de que es un alimento saludable.

La naranja se ha levantado como el alimento sano, que representa la salud y la vitalidad y no es así.

Muchas personas, o por lo menos la gran mayoría , tienen la imagen del zumo de naranja como una buena opción nutricional.

Y sin embargo hay muchos aspectos por los que NO es la mejor opción.

Como todo hay que ponerlo en contexto pero en principio, para una gran parte de la población, es una mala opción.

Partimos de la base de que la naranja es una fruta de alto índice glucémico y el zumo mucho más.

Todas las frutas al hacerlas zumo elevan considerablemente su índice glucémico.

Tomar alimentos de alto índice glucémico favorece el aumento de peso, la acumulación de grasa, obesidad… tiene un efecto importante en el páncreas en respuesta a la insulina, desarrollo de diabetes, etc..

La obesidad, la mayor pandemia de nuestros días , no es solo una cuestión estética, nos roba años de vida y proporciona una mala calidad de la misma.

Los alimentos de alto índice glucémico, igualmente favorecen la inflamación y una inflamación baja sostenida en el tiempo es la base de enfermedades muy importantes, que van desde tendencia a resfriados, malestar, falta de energía, dolor, enfermedades degenerativas, enfermedad cardiovascular, neurodegenerativas e incluso cáncer.

Todo ello por una inflamación mantenida en el tiempo y sostenida por una dieta de alimentos de alto índice glucémico, como por ejemplo el zumo de naranja.

Personas que tienen enfermedades de hígado, vesícula biliar, que tienen tendencia a formar cálculos biliares o que se les ha quitado la vesícula..

Estas personas cuando toman naranja pueden sentir un gran malestar porque la naranja produce una pulsión de bilis y eso puede producir malestar, náuseas, incluso vómitos, dolor…..

Es importante saber esto porque hay personas que se toman el zumo de naranja pensando que es muy saludable y les sienta fatal.

Entonces recurren a medicamentos y/o a otras estrategias sin retirar aquello que les está dañando.

Otro aspecto de la naranja que tiene que ver con su estructura molecular.

Estructura molecular de la naranja
Estructura molecular de la naranja

En la naranja encontramos ácidos que producen una activación de una enzima que es la aromatasa.

La aromatasa es una enzima encargada de hacer una aromatización, una reacción química particular, por la que convierte la testosterona (hormona sexual masculina) en estrógenos (hormona sexual femenina).

Esto produce ya de por sí un desequilibrio en cuanto al conjunto de las hormonas sexuales que puede tener unas consecuencias u otras en hombres o mujeres.

Tiene un efecto más conciso, dentro del grupo de los estrógenos, según el momento del ciclo menstrual en el que estamos las mujeres, los estrógenos pueden favorecer la inflamación o no.

Al producirse la aromatización de testosterona en estrógeno tiene un efecto proinflamatorio y puede dar como resultado una sensación de hinchazón, de dolor, de retención de líquidos, edema en piernas y/o brazos, celulitis con sensación de dolor.

¿has notado que cuando tocas esa zona de los muslos, o glúteos donde tienes la celulitis, te duele o te molesta?

Esto guarda relación con el exceso de estrógenos.

En los hombres se produce un desequilibrio entre la testosterona y los estrógenos con un predominio de estrógenos.

Vivimos en un contexto pro estrogénico, producido por contaminantes en el agua, aire, en los alimentos, plásticos, productos de limpieza, etc….

Ese desequilibrio entre testosterona y estrógenos en los hombres puede producir una atenuación de los caracteres sexuales, un aumento de la obesidad, una sudoración excesiva..alteraciones en la conducta, en la habilidad emocional,….

Algo característico de tener niveles bajos de testosterona y un predominio de estrógenos.

Y ahí detrás de todo esto hay algo tan “sano” como la naranja y su zumo.

En resumen,

Los alimentos de alto índice glucémico favorecen la elevación de la insulina y la insulina favorece la aromatasa, por lo que tenemos dos vías por las que la naranja favorece la transformación de testosterona en estrógenos, y con ello una elevación de los estrógenos que además pueden ser proinflamatorios.

La naranja y la vitamina C

La naranja se percibe como un alimento rico en Vitamina C, y no es así.

Hay otros alimentos que son más ricos en vitamina C como el limón, el pomelo, la lima, el kiwi y las verduras como el pimiento rojo, el tomate, el perejil, el brócoli.

Por tanto no tiene ningún sentido tomar un zumo de naranja o una naranja por su aporte de Vitamina C.

La naranja actual tiene un contenido alto en azúcar, es verdad que, el azúcar de la fruta es un azúcar natural, no tiene ese efecto metabólico tan acusado como el azúcar blanco, pero tiene también una repercusión negativa.

La naranja que encontramos hoy en el supermercado no tiene nada que ver con la naranja de hace 80 años. La han ido modificando para que sea más dulce y más bonita a la vista.

naranja

La naranja es un caramelo de la naturaleza, y no es un alimento esencial.

Ahora bien, entre una chocolatina y una naranja  ……. por supuesto la naranja

y entre una naranja y un alimento con el Índice Glucémico más bajo como pomelo o limón (cítricos igualmente) por supuesto que estos últimos.

¿Ocasionalmente te puedes dar el capricho?,  por supuesto.

Pero sabiendo que lo que nos estamos llevando a la boca, no es lo más saludable.

El contexto es lo importante, no es lo mismo…

Una persona que está sana, que está bien, que hace ejercicio, que depura su organismo, que hace una dieta con hidratos de bajo índice glucémico, etc ….se toma un zumo o una naranja y lo disfruta y no pasa nada.

Si nos vamos al otro extremo, una persona que ya tiene una alteración hormonal, que vive en un entorno contaminado, con hábitos de vida no saludables, que no se depura, que está consumiendo alimentos y bebidas procedentes de recipientes de plástico, que además tiene ya inflamación, hinchazón, que toma medicamentos y todos los días se toma un zumo de naranja….

Está añadiendo más leña al fuego, eso aderezado con poco sueño y de mala calidad  y con una carga de estrés, puede ser una bomba.

¿Es el zumo de naranja el único culpable?

No, no es solo el zumo de naranja o la naranja sino que es un sumatorio, a lo que estamos viviendo, comiendo, durmiendo, etc….

En definitiva todo suma y poco a poco vamos minando nuestra salud y nuestro bienestar.

Hasta aquí el zumo de naranja natural recién exprimido.

¿Y los zumos industriales?

Si tomamos zumos industriales, mucho cuidado porque tienen mucho azúcar, incluso más que los refrescos.

Puede poner que es extracto natural, que tiene fibra, que incluye la pulpa….  ¡cuidado!

Hay que leer muy bien la lista de ingredientes, no el valor nutricional.

Estos se enumeran de mayor a menor, es decir, que el primero que aparece es el que más proporción tiene en ese alimento.

Y el azúcar es el primer ingrediente en muchos zumos.

En la lista de ingredientes puede poner directamente azúcar o bien glucosa, fructosa, sacarosa,…..todo ello es azúcar.

También es frecuente ver a personas que añaden azúcar al zumo natural.

En este caso el azúcar compite con la vitamina C, es decir, que si le añadimos azúcar a un zumo, la glucosa dificulta la absorción de vitamina C, con lo que si el motivo de tomar el zumo de naranja es la vitamina C en este caso es un gran error.

Y el azúcar significa, alto índice glucémico, picos de insulina, inflamación, activación de la aromatasa, desequilibrio hormonal, etc…

A parte del que, veamos el cómo y el cuándo

También se considera malo el zumo de naranja, por cómo y cuándo se bebe.

¿Cómo?

En general se toma rápido como si fuera agua y los líquidos hay que paladear. Un zumo tiene que ser digerido en la boca porque de otra forma estás dejando un trabajo excesivo al estómago, hay que entretenerse en paladear, saborear, en tener un rato el zumo en la boca.

Un vaso de zumo es el equivalente de 2 o 3 naranjas que te lo tomas en dos tragos y eso dificulta la digestión, produce hinchazón, molestias, dolor abdominal.  En definitiva una bomba.

Igualmente en general se toma muy frío , porque refresca y está bien, pero impide la correcta actuación de las enzimas digestivas y con ello dificulta la digestión, al igual que beber agua muy fría durante las comidas.

¿Cuándo?

Es frecuente tomar en el desayuno, para empezar el día.

Primero que el zumo de naranja no combina bien con otros alimentos por lo que dificulta la digestión.

Por otro lado, el desayuno es un momento en el que somos muy sensibles a los picos de azúcar.

Estamos diseñados genéticamente para empezar el día en ayunas, estamos preparados hormonalmente para que en ese estado de ayunas utilicemos la energía que tenemos almacenada en forma de grasa.

Si incluimos un alimento que aporta azúcar lo que hacemos es bloquear esas hormonas y elevamos la concentración de insulina que a esas horas debe de estar baja y ya iniciamos todo el ciclo vicioso.

Mal generalizado y extendido, epidemia de obesidad , diabetes, resistencia a la insulina, agotamiento del páncreas.

desayuno con zumo

¿Cómo tomar el zumo de naranja?

Si a pesar de todo lo que te he contado, sigues queriendo tomar zumo de naranja…..

  • Que sea natural, recién exprimido, a temperatura ambiente, con toda la pulpa y nos entretenemos en paladear.
  • La naranja, entera mejor que zumo, sin combinar con otros alimentos, de manera ocasional,  que no sea en el día a día.
  • Si se toma por la Vitamina C que aporta, mejor sustituirlo por limón o por pomelo, frutos del bosque o verduras como brócoli, tomate, perejil, pimiento rojo, que contienen más vitamina C que las naranjas.
  • Si se toma por su frescura, se puede sustituir por agua fresca con rodajas de limón.

Ahora puedes tomar decisiones con conocimiento.

Cada uno elige y actúa en consecuencia.

Pero si has llegado hasta aquí y te has sentido identificado en algún momento,  seguro que la próxima vez te lo pensarás antes de tomar un zumo de naranja.